lunes, 30 de abril de 2012

El que sea más pequeño…



Entre nosotros, ese es mayor.

Yo escucho a los papás primerizos que tener un hijo “es una bendición”, “es otro rollo”, “es indescriptible” y todo suena increíble… hasta que pasan los días. Y de una bendición parece, parece: que ya no queda tiempo para el reventón, para salir con los amigos, para ver el futbol, para comprar lo que se quería.
Escucho también que se dice que nuestros niños y jóvenes son nuestro futuro como país. Que son ellos quienes heredaran el porvenir. Y luego escuchas cosas terribles como la pederastia, la pornografía infantil, niños delincuentes, niños maltratados o muertos por sus padres, triste, funesto, pero realidad que esperas un nunca vivirlo, y que piensas que son problemas que no esta en tus manos resolverlo. Yo creo que sí.
Que la educación, que la formación, que los principios, se maman en la familia. Que es la responsabilidad básica de los padres hacia su hijos, hacia esos niños que formaran nuestro porvenir, que NO es lo que le vamos heredando en bienes, tecnología, divertimiento, sino aquello que les fomente su creatividad, su autoestima, su espíritu, apoyándolos a descubrir sus potencialidades que la naturaleza o Dios les ha proporcionado desde su nacimiento.
Carlos Monsiváis, decía que agradecía profundamente a sus profesores de primaria por haberlo hecho leer las obras completas, entre otras, de la Ilíada, la Odisea, el Quijote de la Mancha, por haber creído en que tenía la capacidad para hacerlo. Lo entiendo. Llegan los niños a escoger algún libro: “ese no porque no lo vas a leer, no tiene muñequitos, tiene muchas páginas, son puras letras, me vas a pedir una pizza, tienes tu videojuego en casa, etc.” ¿Y su autoestima? No se imaginan el daño que les infringen, solo hay que ver sus caritas.
“No, ese de colorear no porque solo lo rayas y ya no te sirve”. Los garabatos y las rayas no son sólo eso, sino que los niños tienen formas distintas de interpretarlos dado a su amplio panorama de visión y creatividad. Tal vez para el adulto no signifique nada, pero es mejor dejarlos. El limitar su creatividad provoca desconfianza en sí mismos, temor a expresarse por “estar mal” además de postergar o anular su proceso de creatividad. Y luego de grandes les aconsejamos “hacer las cosas por placer” ¡Cómo!
Los PREJUICIOS de los adultos también dañan y bastante. Uno de tantos es el hecho de creer que las capacidades y aptitudes sobresalientes es algo “dado por la mano de Dios” o genético, ya no hablemos de Leonel Messi, Rafael Nadal, Leonardo Da Vinci, Shakespeare, Mozart, Newton, San Francisco de Asís entre tantos otros. De aquellos niñitos que de muy temprana edad que son capaces de aprender cosas muy adelantadas, como leer, sumar y tocar algún instrumento e  incluso decirte los países y capitales de todo el mundo, pero ¿quién le podrá ayudar a los niños con padres con prejuicios? Y decirles que habilidades y destrezas son aquellas con las que todos los individuos nacen y estamos en posibilidades de desarrollarlas, además ¿lo creerían?
Si eres de los que han tienen la posibilidad, y ya no hablemos de comprensión y amor, económicas de apoyarlos, invierte en su educación, acércate a una librería, el hecho de que tú no ellos tampoco. Dales la oportunidad que merecen, porque si no se la das tú ¿quién lo hará?
Nosotros SOMOS LIBROS y creemos que el fomento de la lectura a cualquier edad hace mejores hombres y mujeres, en beneficio de la sociedad.
Nuestra admiración, gratitud y respeto a todos los niños del mundo.


"El valor más dificil y que más especialmente necesitan los débiles es el valor de resistir las necesidades" Tommaseo.