lunes, 9 de abril de 2012

¿Para qué ser culto si se puede ser normal?



 José Vasconcelos dijo “La cultura engendra progreso y sin ella no cabe exigir de los pueblos ninguna conducta moral”.
Retomando la pregunta, ¿en México es necesaria la cultura?
La falta de cultura, favorece cultivos como la discriminación, la intolerancia, la soberbia y otros comportamientos que no favorecen al ser humano y por ende su entorno social.
Tener una mente culta te permite valorar si tomas como tuyas todas, parte o una combinación de las opiniones de otras personas; hoy tan indispensable para poder asimilar la información en las redes sociales (twitter, facebook, iphone, etc.), los medios de comunicación y los partidos políticos: la cultura de opinión “yo opino que…”.
La cultura en nuestras vidas es fundamental para poder ejercitar la sensibilidad, el entendimiento, el razonamiento y la comunicación que necesitaremos aplicar en nuestro comportamiento social o ideológico.
Ser culto no es privilegio único de los que finalizan una licenciatura, tampoco de aquellos que centran su pensamiento exclusivamente en un tema.
La cultura nos otorga los rasgos que nos caracterizan como seres humanos "racionales", pues es ella, la que nos diferencia claramente de los animales que sólo actúan por instinto: comen, duermen, se rascan, juegan, se ventosean, se asolean, se reproducen y mueren. Por lo tanto, la cultura es una manifestación racional del hombre en cuanto a su adaptación al medio ambiente y social que lo rodea, por eso es que las culturas son distintas según el tipo de clima, la latitud o el color de piel.

Lectura, escritura, música, pintura, escultura, arquitectura, historia, filosofía, ciencia, cultura popular y tantos más nos ofrecen un amplio abanico donde poder buscar respuestas o crearnos preguntas; en México gozamos de amplia cultura popular donde los usos y costumbres de otras personas también pueden enriquecerte tanto como las anteriores.
Es para nosotros que trabajamos con una mínima parte (literatura, libros de arte, filosofía, música, poesía, etc.) de lo que ofrece la cultura, lastimoso ver y escuchar a personas que por ignorancia o falta de habito menosprecian su valor en lo que puede aportar en sus vidas, en la de los suyos y en la suma de una mejor sociedad.
Un Estado interesado en el desarrollo y crecimiento de sus ciudadanos debe garantizar el acceso a la cultura y que las minorías también puedan manifestarse socialmente y no sean arrolladas por una cultura comercial y mayoritaria. Por ello es importante saber y conocer cuáles son las propuestas sobre dicho tópico,  de los candidatos a presidentes. Sin embargo el primer foco de transmisión de cultura es la familia y en ella recae el deber de fomentarla.
Carpe diem.