lunes, 9 de diciembre de 2013

Ciudadano del mundo



Este espacio es muy selecto, y no puede serlo de otra manera, existe demasiada información, mucha paja, y demasiados "personajes", mucho pajo. Y no podemos dejar pasar esta oportunidad para hablar de José Alberto Mujica Cordano, mejor conocido como José Mujica, hoy presidente de Uruguay. Y es de llamar la atención por su vida simple y sencilla que lleva en contra de la imagen de opulencia y despilfarro que llevan a cabo sus homólogos. Pero sobre todo por ser un líder y pionero en Latinoamérica en llevar a cabo las reformas sociales que hoy le urgen y exigen a la sociedad para una mejor convivencia, dejando de lado intereses de grupos y viendo hacia las mayorías. Ha promovido la legalización del aborto y el matrimonio homosexual y a partir de mañana 10 de diciembre de 2013, Uruguay será el primer país en legalizar la producción, venta, distribución y consumo de la cannabis, mejor conocida como mariguana y  ha puesto en la palestra mundial a la nación uruguaya con 3.3 millones de habitantes. Además de ser un Estado laico desde 1917 y  uno de los países más seculares de América latina, un país donde la religión y la Iglesia como institución han tenido mucho menos peso en el Estado. ¿Algo más?
- Uruguay transcurre por un período de bonanza económica que permite que prospere la agenda de promoción de derechos,
- un gobierno de izquierda ocupado por estas temáticas y
- una fuerte movilización de jóvenes defendiendo los derechos gay y la legalización del cannabis.

Y su vida, como otros grandes personajes, tiene material para que Oliver Stone haga su filme:
En los años sesenta se integró al Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, con el que participó en operativos guerrilleros, al tiempo que trabajaba en su Granja hasta que, requerido por la policía, se refugió en la clandestinidad. Durante el gobierno de Jorge Pacheco Areco la violencia fue en aumento. El Poder Ejecutivo utilizó reiteradamente el instituto constitucional de las medidas prontas de seguridad para hacer frente a la guerra de guerrillas, así como a la creciente oposición de sindicatos y gremios frente a sus políticas económicas.
En enfrentamientos armados fue herido de seis balazos. Fue apresado cuatro veces y, en dos oportunidades, se fugó de la cárcel de Punta Carretas. En total, Mujica pasó casi 15 años de su vida en prisión. Su último período de detención duró trece años, entre 1972 y 1985, siendo particularmente duro. Fue uno de los dirigentes tupamaros que la dictadura cívico-militar tomó como «rehenes», lo que significaba que serían ejecutados en caso de que su organización retomara las acciones armadas. En esa condición, pautada por el aislamiento y por duras condiciones de detención, Mujica permaneció once años. Entre los rehenes también se encontraba Eleuterio Fernández Huidobro, actual Ministro de Defensa Nacional, y el líder y fundador del MLN-Tupamaros, Raúl Sendic.
Luego del retorno a la democracia salió en libertad, beneficiado por la Ley n.º 15.737 del 8 de marzo de 1985, que decretó una amnistía de delitos políticos, comunes y militares conexos con estos, cometidos a partir del 1.º de enero de 1962.
Tras algunos años de la apertura democrática creó, junto con otros referentes del MLN y otros partidos de izquierda, el Movimiento de Participación Popular (MPP), dentro del Frente Amplio. En las elecciones de 1994 fue elegido diputado por Montevideo. Manifestó sentirse «como un florero» al comenzar su actividad parlamentaria. No obstante, su presencia en la arena política fue llamando la atención de la gente, ya que Mujica supo capitalizar el descontento. En las elecciones de 1999 fue elegido senador. Simultáneamente, su sector político apuntaba a una estrategia de acumulación. Ese año se publicó el libro Mujica, de Miguel Ángel Campodónico, donde se recogen la vida y pensamiento del guerrillero convertido en político.
En las elecciones de 2004 su movimiento obtuvo más de 300.000 votos (la votación más alta del país), que significó un importante porcentaje dentro del Frente Amplio, consolidándose así como la primera fuerza dentro del partido de gobierno.

Felicidades a Mujica, su administración y al pueblo uruguayo. No importa que nos encontremos tan lejos, siendo latinos y ciudadanos del mundo, cada acto que trate de volvernos mejores, sus consecuencias son incalculables. 

Elan Aguilar.