martes, 8 de mayo de 2012

¿Qué te gustaría ser si vivieras?


¿Quién no ha leído a MAFALDA alguna vez?
La descubrí con 11 ó 12 años, en casa de mi tia , de vacaciones. Quería leer y mi prima 13 años mayor que yo no tenía nada apropiado a "mi edad" y me prestó un libro de Mafalda. A partir de entonces me enganché a sus viñetas.
¿Recuerdan a su madre?
Sí, aquella con su cara de "tierra tragame", "qué he hecho yo para merecer esto" o "esta me hunde". Imagino que de su nombre nadie se acuerda, pero de esas caras ¿cómo olvidarlas? mi madre nunca ponía esa cara, mi madre nunca se callaba ¡no! mi madre siempre decía la última palabra.
Quién me iba a decir a mí que con el tiempo, iba a identificarme con la madre de Mafalda, y no, mi hija no habla de política ni quiere salvar el planeta (aunque ya tiene un slogan con el que amenazó con plantarse con pancarta incluida ante el ayuntamiento "no maten animales, comemos vegetales" ) mi hija simplemente consigue que me quede callada.

La primera vez fué con tan sólo tres años, yo salía de la ducha y ella me dijo feliz
-Mamá, de mayor voy a trabajar en corporación dermoestética y así ..(entonces me agarro los pechos) te opero y te pongo las tetas en su sitio (subiendolas ¿un poquito?).
Después de ésta ha habido muchisimas, las últimas de esta semana han sido:
-Mamá ¿qué harás en julio cuando te quedes sóla?
-tranquila, me buscaré un novio y me voy de crucero
- ¡Ja! ...¡Qué van a picar!
Ayer, mientras me enfadaba con mi hijo por cómo tenía su habitación y porque tras mandarle numerosas veces a ordenarla no me hacía caso.
-Mamá, pero déjale ya ¿no ves que está en plena adolescencia? es normal....

Y esta mañana, mientras arreglaba armarios, sacando la ropa de invierno, con el calor, el sudor y los niños discutiendo...
-Mamáaaaaa dile algo a mi hermano.....
-mira, ya está bien, arreglais vuestros problemas solitos, que me teneis cansada
-¿entonces para qué tenemos una madre?
Ahhhhhhh, es que estaba cansada, le contesto,¡ la contesto!.........y la contesté
-Para lo mismo que yo tengo hijos (respuesta tonta, lo sé....)
Tras un escasisimo silencio, mi hija me pregunta
-¿Nos has tenido para que te cuidemos?
Publicado por "mam" mayo 2009. Argentina




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Carlos Monsivaís sobre el libro "Segundo Sexo" de Simone de Beauvoir.

No creo haber sido en esos años un sexista irrefrenable. Desde adolescente me fastidiaban los signos del atraso programado, muy en especial la partícula que ataba esclavistamente a la mujer con su marido"Fulana de Gómez, Perengana de Torres". (Lo sentía un herraje más que un sello matrimonial) También, había visto de cerca y admirado a las sobrevivientes del sufragismo mexicano de los veinte, con sus relatos de policías que persiguen a las activistas, las meten a una patrulla, van por otras, las detenidas escapan y todo vuelve a comenzar, mientras la propia izquierda las somete a discriminaciones. También atestigüé por compromisos militantes, la primera votación de mujeres en México, en 1955, que me emocionó o a lo mejor no, y de seguro me resultó un espectáculo fascinante, ese miedo reverencial al llegar a la casilla, ese empuñar de la papeleta como la llave de ingreso al mundo desconocido. Eso sí, pero nunca, seriamente, había revisado mis ideas sobre los derechos femeninos. Los aprobé sin responsabilizarme de mi punto de vista, reaccioné con enfado ante el maltrato machista a las mujeres, la arrogancia de los violadores, el desprecio a las activistas y sus luchas siempre tan aisladas y aislables. Pero mi rechazo sentimental de la injusticia no me comprometía a visión alguna de género.
 Le debo a Rosario Castellanos la relectura de El segundo sexo. Con su modo magisterial fundado en la ironía obstinada y cíclica, Castellanos me hizo consciente de las resonancias del libro. A ella El segundo sexo le había transformado, al modificar, organizándolo panorámicamente, su entendimiento de la condición femenina. Y como a ella a un grupo de universitarias de esas generaciones, por fin dueñas de un instrumento de precisión ideológica, histórica, sociológica, incluso científica.Y si se piensa que le atribuyo demasiado valor a un solo libro, recuérdense en las condiciones de la época, y el discurso político que aún se dirigía a La Mujer con lujo de paternalismo: "Estas manos que mecen la cuna" . Por eso fue tan aleccionador el influjo del Segundo sexo sobre Castellanos. Ya podía burlarse de sí misma, porque delimitaba su sarcasmo y lo convertía en parte de la crítica irónica al machismo.
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Los que formamos Librería SOMOS LIBROS agradecemos infinitamente a Dios, la naturaleza o un Poder Superior, el darnos la dicha de tener Madre con M mayúscula.
Y a todas las madres del mundo, nuestra admiración y esperanza.

A nuestra Madre con amor, un poema de Mario Benedetti, que te pinta de cuerpo entero:

TE QUIERO

Tus manos son mi caricia
mis acordes cotidianos
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro

tu boca que es tuya y mía
tu boca no se equivoca
te quiero porque tu boca
sabe gritar rebeldía

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

y por tu rostro sincero
y tu paso vagabundo
y tu llanto por el mundo
porque sos pueblo te quiero

y porque amor no es aureola
ni cándida moraleja
y porque somos pareja
que sabe que no está sola

te quiero en mi paraíso
es decir que en mi país
la gente viva feliz
aunque no tenga permiso

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.