jueves, 17 de mayo de 2012

HAPPY BIRTHDAY



Hoy 17 de mayo del 2012 festejo el cumpleaños de Mario Benedetti, aunque algunos me digan que es el 14 de septiembre, virgo como yo. Y lo festejo. Festejo el nacimiento de gentes como él que me ayudan a reconfortar el alma, a encontrar sentido, darme nuevos ojos para mirar el alba. Lo festejo porque no necesito de la aprobación “oficial” de alguno, lo festejo porque existo, lo festejo porque no hay quién me lo prohíba todavía; así como empiezan a enloquecer con mayor prontitud las gentes del “poder” no sería extraño que alguien saliera con: No se puede festejar a nadie, por ningún medio,  a menos que tenga los permisos necesarios. 
Lo festejo pues, porque sus lecturas me llenan el alma y me da la gana.

   Mario (y espero que no salga algún pendejo ¿a quién le habla, no sabe que está muerto? Sin embargo, lo respeto) gracias por tu amor a las letras, gracias por creer que las palabras trasforman a los hombres, gracias por compartir tu visión, gracias por vivir la vida y enseñarme, gracias porque con tu partida me recuerdas lo frágil de lo humano y la importancia de la escritura, que es lo que trato.

HAPPY BIRTHDAY
 
     ¿Cómo será el mundo cuando no pueda yo mirarlo
         ni escucharlo ni tocarlo ni olerlo ni gustarlo?
     ¿cómo serán los demás sin este servidor?
     ¿o existirán tal como yo existo
         sin los demás que se me fueron?
     sin embargo
     ¿por qué algunos de éstos son una foto en sepia
         y otros una nobe en los ojos
         y otros la mano de mi brazo?
     ¿cómo seremos todos sin nosotros?
     ¿qué color qué ruidos qué piel suave qué sabor qué aroma
         tendrá el ben(mal)dito mundo?
     ¿qué sentido tendrá llegar a ser protagonista del silencio?
         ¿vanguardia del olvido?
     ¿qué será del amor y el sol de las once
         y el crepúsculo triste sin causa valedera?
     ¿o acaso estas preguntas son las mismas
         cada vez que alguien llega a los sesenta?

     ya sabemos cómo es sin las respuestas
     mas ¿cómo será el mundo sin preguntas?
                                                                 Mario Benedetti.