martes, 2 de octubre de 2012

Poesía Escatológica I


Así es la vida

De pequeño me hicieron creer
que la vida era para disfrutarla
y creí que la disfrutaba mientras.
Mientras tu crecías, mientras tú también
la disfrutabas.
Cuanto tiempo recorrí,
cuantas noches perdí,
cuántas, cuántas, cuántas.
Quién me dijo que sufrir era la vida
seguro un sátiro creador.
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¿Qué culpa tengo yo?
¿Ahora debo agradecer por unos instantes?
De conocer el amor. Quién me dijo.
Si, no soy el ser débil, insensible, loco
y los sabes, no lo soy.
Mi rebeldía era un grito contra ti,
por esconderte, por callar, por abandonar.
Sabes, me importa muy poco.
El mismo que me das para vivir.
Pero si ha de terminar la vida de quien amo
que sea sin dolor ¡carajo!
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Si, yo caminé tus senderos de soledad,
me hundí hasta hundir el hueco de mis ojos.
Me juzgaron hasta el cansancio.
Y yo sólo te pedí amor.
Así es la vida, escuchaba
así es la vida a veces se ríe,
a veces se llora, y ahora trabaja.
Si así es la vida ¡que me lleve la chingada!
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Morir es la raíz de esta vida,
Que no lo entienden, y no lo hacen tuyo
aunque siempre lo has explicado.
Morir es ser completamente olvidado,
pero ¡no me chingues!
Que no me toque ser el sepulturero
menos de quien amo
¿No ha sido suficiente mi sufrimiento diario?
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Y sí, siento un dejo de envidia.
Envidia por nuestros perros y temor,
te aman, te adoran, te hacen fiesta,
cada vez que llegas,
ellos tienen la certeza que me falta,
de un dios indudable.
¿Qué harán si no estás?
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Mi fantasías, los sueños,
la adolescencia.
El deseo irrecusable
de los instintos.
Parece que llegaste tarde
a mi vida, pero valió la pena
cada segundo de tu espera
Amor.

Elan Aguilar