miércoles, 1 de mayo de 2013

Toma de rectoría




Sólo fueron necesario 12 días de la toma de rectoría para obtener ciertas observaciones:

1-      Que la intolerancia es parte de la personalidad de varios conductores de noticieros, de radio o  tv, pues sin ser parte del problema, a saber: rectoría y estudiantes, se atrevían a pregonar al aire su falta de sano juicio: “¿¡Cómo puede ser posible que no pongan tras las rejas a esos vándalos!?”.
2-      Que el oportunismo es otra característica  de estos mismos medios, que aprovechaban para escribir columnas tales como: “La impunidad reina en México” haciendo alusión a los movimientos de alumnos de rectoría y de los maestros en contra de la reforma educativa de la cámara de senadores. Y no tienen la claridad para mencionar la impunidad de otras esferas y de mayor antelación.
3-      La hipocresía de algunos conductores de noticieros, que apelaban al “nacionalismo” y defender el “patrimonio” como los murales de Siqueiros “¡Hicieron una fogata cerca del mural de Siqueiros!”. Cuando ellos mismos callan ante la destrucción de otros murales y patrimonios como lo fue el Casino de Selva de Cuernavaca y tantos más.
4-      La falta de liderazgo del rector José Narro, que anteponía el uso de la ley al dialogo y a la autonomía universitaria
5-      La facilidad con que prejuzgamos sin causa de conocimiento y descalificamos: “vándalos”, “pseudo-estudiantes”, “porros”, etc.   
6-      La inteligencia de los estudiantes involucrados que evitaron la provocación, con bases repelieron los cuestionamientos, que mostraron ser fieles a su causa a pesar del “manoseo” informativo, ser los prudentes y los que escuchan ante la opción de retirarse y continuar su petición o lucha a través de la participación de la comunidad universitaria.
                                 Elan Aguilar.
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